El gobierno rumano ha aprobado mediante Decreto medidas fiscales que afectan principalmente al Impuesto sobre la renta y al de Sociedades que entrarán en vigor en enero 2018.
Las medidas pretenden un mayor control de la evasión fiscal y afectarán a empresas rumanas y a las extranjeras con establecimientos permanentes y actividad en este Estado.
Los cambios más destacados son una reducción del impuesto similar a nuestro IRPF del 16 al 10%. Las compañías con una facturación inferior al millón de euros anuales dejarán de pagar el impuesto del 16% sobre los beneficios y abonarán ahora una tasa equivalente al 1% de sus ingresos.
Sin embargo, una de las medidas que ha sido muy controvertida, por novedosa y única en Europa, provocando numerosas protestas es la que afecta las cotizaciones de la seguridad social de los trabajadores. A partir de enero, serán los propios trabajadores y no las empresas, los que tengan que pagar totalmente las cotizaciones de la seguridad social, pues las empresas sólo abonarán un 2,25% destinado a cubrir las bajas médicas; los costos de la seguridad social se verán reducidos del 39,25% al 35%.