En el marco de persecución impositiva que se está llevando a cabo últimamente a las plataformas digitales sin presencia física en algunos Estados, ha topado con la prudencia, a priori, del parlamento noruego. Este ha rechazado la propuesta legislativa para la introducción de un impuesto a los modelos de negocios digitales, etiquetados como el «impuesto de Google», y recomendó que el gobierno explore este tema en asociación con la OCDE.
Son muchos los estados que están realizando modificaciones respecto al IVA, como Suiza, o implantando otros requisitos de control a fin de gravar en lo posible a estas entidades. La UE encabeza esta línea, pero pretende el apoyo de la OCDE y que sus recomendaciones sean claras al respecto.
Las propuestas de la Comisión de la Unión Europea, pretenden una carga impositiva temporal, un impuesto provisional del 3% sobre el volumen de negocios de determinadas empresas dedicadas a actividades digitales que, de otro modo, quedarían libres de impuestos. Esto se aplicaría a los ingresos creados por la venta de espacio de publicidad en línea, a partir de actividades intermedias digitales, así como aquellos creados a partir de la venta de datos generados de información proporcionada por el usuario. La propuesta de la Comisión también incluía una solución a largo plazo, pero es aquí especialmente donde la UE busca alcanzar un consenso internacional bajo la dirección de la OCDE.
Esto es exactamente el motivo por el que el Parlamento Noruego ha rechazado la propuesta del Gobierno, considerando que mientras no estén claras las líneas de investigación de la OCDE no se aplicarán cargas impositivas en este Estado.