China continúa poco a poco realizando modificaciones fiscales que incrementen la inversión extranjera, dada la desaceleración y desinversión en los últimos ejercicios, así como la seguridad y la continuidad de las pequeñas y medianas empresas locales para estimular la economía. Tales medidas afectan principalmente al impuesto de sociedades y a la IVA.
Se han establecido tipos reducidos del 5 y del l0%, siendo el general del 25%, para entidades con una facturación menor a RMB 50 millones y menos de 300 trabajadores. Por otro lado, se ha modificado la lista de sectores de actividad en los que estaba prohibido o restringida la entrada de inversores extranjeros, estando ahora más sectores accesibles.
Para los inversores extranjeros, se ha simplificado considerablemente los trámites burocráticos en cuanto al registro de sociedades extranjeras, establecimientos permanentes o de cualquier alteración registral en los mismos, entrando en vigor el nuevo sistema el 1 de marzo 2019.