El gobierno federal belga ha llegado este verano, a un acuerdo de reformas fiscales, económicas y sociales, que supondrá una importante reducción de la tasa de impuestos.
Actualmente, la tasa del impuesto sobre sociedades en Bélgica es del 33%, pasando a reducirse al 29% en 2018 y al 25% en 2020.
Así mismo, el conocido como «crisis tax» o recargo complementario, también se reducirá del 3% al 1,5% en 2018, y se suprimirá en 2020 y en lo que respecta a las PYMEs y a sus primeros 100.000€ gravables, la tasa impositiva se reducirá al 20% .
El 2018, traerá además una variación en el cálculo de la tasa NID (notional interest deduction), que se calculará sobre la base del incremento de capital (durante un período de cinco años) y no sobre el importe total del capital social calificado.
Sin embargo, para compensar estas nuevas medidas, se impondrá también en el 2018, un impuesto mínimo a las empresas que ganen más de un millón de euros, limitando deducciones del impuesto de sociedades. A partir del 2018 las empresas que superen el umbral de un millón de euros, pagarían un impuesto de aproximadamente el 7,5% sobre el importe de los beneficios superiores a un millón de euros. Las deducciones, que no podrían aplicarse en virtud de esta medida, todavía se están estudiando.
La nueva reforma fiscal introduce por primera vez en este país, la consolidación fiscal, que se aplicaría a partir de 2020, permitiendo a las empresas belgas del mismo grupo podrían compensar sus pérdidas fiscales con las ganancias de otra empresa belga afiliada. Sólo la base imponible consolidada estaría sujeta al impuesto sobre sociedades.