Arabia Saudí acaba de introducir cambios, este mes de febrero 2018, a la Ley del impuesto sobre la renta y la nueva redacción ha modificado algunos conceptos que pueden ser de interés para inversores extranjeros.
Con la nueva redacción de la ley, estarán sujetas al impuesto sobre IRPF local, los no nacionales propietarios de acciones o participaciones de sociedades residentes, ya sea de manera directa o indirecta, así como todas aquellas personas físicas o jurídicas involucradas en negocios de petróleo o hidrocarburos, sean residentes o no.
Además, aclara que, la titularidad indirecta alcanza hasta el segundo grado, es decir, las filiales y sus matrices, considerando estás como aquellas entidades que tengan más de un 50% de control sobre su capital.
Esto nos lleva a que los ingresos obtenidos por una empresa residente en Arabia Saudí por sus operaciones y las de sus sucursales ya sea dentro o fuera de este Estado, serán considerados ingresos de origen saudita.
Se exceptúan las ganancias de capital obtenidas por venta de valores cotizados en Bolsa en Arabia Saudí, que estarán exentas siempre que cumplan con la Ley local de mercado de capitales y los valores vendidos se hubiesen comprado con posterioridad al 2004.
Por otro lado, estarán exentos de impuestos los ingresos obtenidos por dividendos, ya sea en efectivo o en acciones adicionales, repartidos por una empresa residente en Arabia Saudí o por una no residente, siempre que la empresa inversora detente al menos un 10% del capital y lo haya mantenido al menos durante un año.