El objetivo de esta revisión es reforzar el compromiso a largo plazo de los accionistas en las empresas europeas cotizadas. Se revisan las Directivas 2007/36/EC y la 2013/34/EU.
La larga crisis financiera ha dado lugar a riesgos a corto plazo en decisiones de los gerentes y directivos de estas empresas. Esta revisión pretende incrementar la sostenibilidad de estas empresas para crear un mayor crecimiento y empleo, dentro de un marco de transparencia.
Se establecen requisitos nuevos que afectan a: remuneración de los consejeros, identificación de accionistas, facilitación del ejercicio de los derechos de los accionistas, transmisión de información, transparencia para inversores institucionales, gestores de activos y consejeros delegados y para transacciones con partes relacionadas.
Los accionistas tendrán derecho a votar sobre la política retributiva de los consejeros de su empresa y se divulgará tras la Junta General que la apruebe. Deberá contribuir a la estrategia empresarial, los intereses a largo plazo y la sostenibilidad de la empresa y no debe estar vinculada a objetivos a corto plazo.
El desempeño de los directores será evaluado utilizando criterios tanto financieros como no financieros, incluyendo factores ambientales, sociales y de gobernabilidad apropiados.
Respecto a las transacciones con partes vinculadas, la nueva directiva establece que las transacciones con partes relacionadas significativas deben someterse a la aprobación de los accionistas o del órgano administrativo o de supervisión para proteger adecuadamente los intereses de la empresa.
La nueva directiva se publicará en el Diario Oficial de la UE, tras lo cual los Estados miembros dispondrán de hasta dos años para incorporar las nuevas disposiciones a la legislación nacional.